No quiero que me odies hasta el punto
En que pierdas el control.
No quiero que te entregues a tal punto
En que me ames sin razón.
Quisiera que me entiendas lo que he dicho,
Pues me conoces bien.
No quiero que me olvides a tal punto
En que no salga de tu piel.
Fusílame con esa lengua,
Que me vuelve marioneta
Y que entre el cielo y la pigricia,
Me conformo con amarte.
Fusílame a bala lenta,
Que la venda sea impuesta,
Por tus manos que se ocupan
De llevarme a las estrellas.
Fusílame con mano firme,
Con mil besos que reafirmen,
Que el infierno nunca admite
A un cantautor que no haya amado...
Que no haya amado.
A veces este cazador furtivo
No quiere despegarse de su ley,
La misma ley que tu ley desconoce
Y que me pone contra la pared.
No importa lo que entre líneas entiendas,
Así no más la sencillez,
De cómo hacerle el amor a una mujer
De cómo llevarla dentro aunque no esté.
Fusílame con esa lengua
Que me vuelve marioneta
Y que entre el cielo y la pigricia
Me conformo con amarte.
Fusílame a bala lenta,
Que la venda sea impuesta,
Por tus manos que se ocupan
De llevarme a las estrellas.
Fusílame con mano firme,
Con mil besos que reafirmen,
Que el infierno nunca admite
A un cantautor que no haya amado... amado.
Fusílame con esa lengua
Que me vuelve marioneta,
Y que entre el cielo y la pigricia
Me conformo con amarte.
Fusílame a bala lenta,
Que la venda sea impuesta,
Por tus manos que se ocupan
De llevarme a las estrellas.
Fusílame con mano firme,
Con mil besos que reafirmen,
Que el infierno nunca admite
A un cantautor que no haya amado...
Que no haya amado.
Que no haya amado,
Que no haya amado,
Que no haya amado.
Hace 2 semanas.
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